Producción y conservación de semillas nativas y criollas de buena calidad y sanidad
Es muy importante que los agricultores y agricultoras no dejen perder sus semillas y que recuperen sus técnicas artesanales para seleccionarlas, producirlas, conservarlas y romper con la dependencia impuesta por las multinacionales y por las entidades del sector rural, quienes promueven las semillas certificadas y registradas por las empresas semilleras.
Las comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas desde épocas ancestrales han conservado, mejorado, producido y compartido sus semillas criollas y nativas, lo que ha permitido que hoy tengamos esa enorme diversidad de especies y variedades criollas adaptadas a diferentes ecosistemas y condiciones culturales y productivas. Estas semillas son un patrimonio biocultural de los pueblos y comunidades, que ha sido compartido libremente entre los agricultores y agricultoras y han permitido garantizar la soberanía y autonomía alimentaria de las comunidades.
En general los agricultores y agricultoras continúan utilizando prácticas culturales y artesanales para producir, seleccionar y conservar semillas que son destinadas para sus próximas siembras; lo que ha permitido que muchas de las variedades criollas, se sigan mejorando a través del tiempo y se obtengan semillas de buena calidad, adaptadas a diferentes regiones y contextos culturales. Pero algunos cultivos, especialmente de hortalizas que no son originarias de estas regiones tropicales, presentan dificultades para la obtención de semillas adaptadas a nuestros sistemas productivos. Es por ello que se requiere en algunos casos adoptar técnicas artesanales para la producción y conservación de estas semillas a partir de conocimientos populares y de agricultores que cuentan con experiencias locales que han sido fruto de la experimentación y esfuerzos colectivos.
Actualmente muchos agricultores familiares y de las comunidades locales, que producen especialmente hortalizas, cereales y leguminosas, tienen una fuerte dependencia de semillas certificadas comerciales y han perdido sus hábitos de producir sus propias semillas. También en muchas regiones los agricultores tienen grandes dificultades para seleccionar, producir y conservar en post-cosecha sus semillas que sean sanas y viables, para sus próximas siembras.
Es en este contexto, que esta cartilla busca recoger y compartir algunos de estos conocimientos técnicos y culturales que aún están en las comunidades y otros aprendizajes de expertos, que pueden ayudar a fortalecer los sistemas de producción tradicionales, basados en las semillas criollas y nativas.