SWISSAID en la COP16: voces y contribuciones desde los territorios

La COP16, con la participación de más de 150 países, posicionó a Colombia como epicentro mundial de la diversidad natural y cultural. Este evento fue un llamado a la «Paz con la Naturaleza,» invitando a individuos, países y movimientos sociales a tomar decisiones en beneficio del planeta y a transformar nuestra relación con el entorno. En este contexto, SWISSAID reafirmó su compromiso con las comunidades en Colombia para trabajar en la protección de ecosistemas clave como la selva húmeda del Pacífico, el bosque seco tropical del Caribe y los páramos andinos.

A través de la integración de saberes locales y el impulso hacia la agroecología, SWISSAID apoya a las comunidades rurales en su búsqueda de seguridad alimentaria y equilibrio ecosistémico. Mediante la recuperación de experiencias y conocimientos ancestrales, la sistematización y promoción de buenas prácticas agroecológicas, la creación de escuelas y redes de guardianes de semillas, y el fortalecimiento de la autonomía de las mujeres mediante capacitación y apoyo a emprendimientos, SWISSAID impulsa un cambio sostenible basado en la equidad de género, la agroecología y la paz.

Representantes de todos estos procesos compartieron experiencias que reflejan el trabajo impulsado por SWISSAID en comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas. Mariana Córdoba, representante de SWISSAID, destacó en el foro «Conservación integrada y uso sostenible, el futuro de la agrobiodiversidad» que “el conocimiento y las prácticas de las comunidades locales son fundamentales. Los custodios y guardianes de semillas, las redes, así como las Casas Comunitarias de Semillas, son ejemplos de cómo las comunidades pueden organizarse para conservar sus recursos genéticos, preservar los saberes ancestrales y compartir este conocimiento”.

Mauricio García, coordinador de Semillas de Identidad, resaltó en un panel de la Zona Azul la importancia de los custodios de semillas en la recuperación de la diversidad alimentaria, especialmente mediante el rescate de semillas de maíz, que representan un símbolo cultural y alimentario en América. “Las semillas de maíz son un símbolo de las culturas alimentarias de América. La relación entre semilla y alimento es vital desde lo local, lo productivo y lo cultural,” señaló García, subrayando la relevancia de esta conexión en el panel coordinado por el Presidente de la Coalición por la Agroecología, Oliver Oliveros, donde también participaron la Alianza Biodiversidad y representantes del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.

Remberto Gil, custodio de semillas y representante de ASPROAL en el Caribe, una organización apoyada por SWISSAID en el marco del proyecto “Semillas de Identidad”, compartió la importancia de los maíces criollos y nativos como símbolo de identidad y biodiversidad cultural del pueblo Zenú. La COP16 fue una oportunidad para exaltar el trabajo de recuperación y conservación de semillas criollas y nativas realizado por custodios y conocer en detalle sus valiosas experiencias en la construcción de Paz con la Naturaleza.

Este escenario también abrió espacio para el intercambio entre líderes locales y guardianes del territorio. Deisy Lorena Romero, del proyecto Guardianas de los Páramos en Boyacá, compartió cómo las «Guardianas del Páramo de Pisba» están comprometidas en «proteger la vida y la memoria de nuestro territorio,» y expresó: “A través de prácticas agroecológicas y trabajo colectivo, buscamos sanar la tierra y construir un legado sostenible para las futuras generaciones”. Por su parte, Felipe Sandoval, profesional en agroecología del proyecto Guardianas de los Páramos, describió la acción de las comunidades como una guía hacia el desarrollo rural que, según sus palabras, demuestra “el futuro de cómo deben ser nuestros sistemas productivos y de vida, gestionando la permanencia en los territorios alrededor del agua, buscando la soberanía alimentaria y entendiendo la relación socio-ecológica de las comunidades que habitan ecosistemas y territorios”.

Otros líderes comunitarios, como Eligia Pinilla desde Bahía Solano, Chocó, presentaron sus proyectos en el evento «Travesía Paraíso.» Eligia, representante de «Vainilla Aroma Chocó» en la COP16, destacó cómo el cultivo y procesamiento de la vainilla, apoyado por SWISSAID, asegura la permanencia en el territorio y «protege la selva». En el marco de la presentación de estos proyectos no solo emergió la importancia de la agroecología para implementar mejores formas de habitar el territorio, sino también la relevancia del trabajo en red y las conexiones potenciadas en el escenario de la COP16, que llevan a otro nivel el alcance de las comunidades rurales y, en particular, de las mujeres como gestoras de la transformación sostenible. Para Pinilla, el evento fue “una gran oportunidad para que el mundo entero conozca nuestros productos… fue muy satisfactorio y significativo poder presentar nuestra vainilla natural […] me sentí muy bien representando a las mujeres y a las comunidades, a las mujeres emprendedoras de Bahía Solano”.

La COP16 fue, sin duda, “la COP de la gente” debido a la inclusión de organizaciones de la sociedad civil y la conexión entre distintos actores y redes. Como resultado, dejó un impacto significativo en la movilización social y la construcción de alianzas para la protección ecológica. En este sentido, Astrid Álvarez, Punto Focal de Agroecología de SWISSAID, destacó la relevancia de la COP16 como un evento de gran impacto para Colombia, especialmente por la realización paralela de actividades académicas y sociales en la Zona Verde, abiertas al público en general, y los eventos oficiales de la Zona Azul, que reunieron a miles de personas comprometidas con el cuidado de la biodiversidad. “Los foros en los que tuve oportunidad de participar en la Zona Azul, en la Maloca Colombia, revisten gran relevancia debido a que el gobierno de Colombia, encabezado por la ministra de Medio Ambiente, mostró una voluntad firme de impulsar el Acuerdo de Escazú, con un fuerte compromiso en la protección de la vida de los ambientalistas,” expresó Álvarez, subrayando el respaldo del país a estos esfuerzos de protección.

Las contribuciones de SWISSAID en la COP16 subrayan el rol central de las comunidades campesinas e indígenas en la conservación ambiental y la soberanía alimentaria. A través de estos testimonios y experiencias compartidas, SWISSAID reafirma su compromiso con una «Paz con la Naturaleza» y con la construcción de un mundo en el que la equidad de género, el resguardo de saberes ancestrales y la preservación de la biodiversidad sean ejes fundamentales.