Con el apoyo de Swissaid, se desarrollaron talleres de formación, planeación participativa a las comunidades miembros de Asproas, que contribuyeron a lograr una visión de su territorio y hallar oportunidades en su territorio para defenderlo y establecer su permanencia en este, mediante un uso y manejo sostenible.
En el Magdalena Medio, en la zona del Sur de Bolívar, varios campesinos y campesinas decidieron agruparse para construir de manera colectiva con las mujeres, hombres, jóvenes y niñas y niños, propuestas para establecer una relación de arraigo con su tierra, territorio donde cultivan sus proyectos de vida. De esta manera nació la Asociación de Productores Alternativos de Simití.
Desde su organización, Asproas, tenía como objetivos gestionar su territorio y el manejo propio sobre el mismo; cultivos agroecológicos, seguridad y soberanía alimentaria y aporte en la economía local; participación de las mujeres y jóvenes en la toma de decisiones y convertirse en un actor alternativo de la región. Actualmente la organización es la instancia social más representativa en la región, por su liderazgo por la defensa del territorio, la seguridad alimentaria, la participación comunitaria y el bienestar de la comunidad; es un referente regional como una organización social que ha logrado movilizar varias organizaciones e instituciones a nivel regional, nacional e internacional en su acciones de defensa por el derecho a la tierra y el territorio.
Para el 2012 las mujeres consolidaron iniciativas productivas y los jóvenes construyeron un futuro alternativo en su región. Los jóvenes fueron capacitados como gestores sociales, de tal modo que se está promoviendo el liderazgo en ellos, para que participen de manera propositiva. Las mujeres se han capacitado para constituir microempresas activas y su participación en la junta directiva cada vez es mayor. Cada proceso llevado por los miembros de Asproas se refleja en el aumento de sentido de pertenencia de la población.
El arraigo a la tierra se evidencia también en la producción de alimentos, que a la fecha aumentó la variedad y el área de siembra; las semillas criollas se mantienen en su tradición y la cosecha de frutales los acompaña en el momento. La posibilidad de los excedentes se debe a la construcción y reparación del dique de contención, proyecto apoyado por la fundación Swissaid, que habilitó alrededor de 100has inundables en tierras de cultivo y el ingreso de vehículo a la zona, que anteriormente solo se realizaba en moto o bestia.
A pesar que de que la situación que se vivió en el 2012 en el Magdalena Medio fue de relativa calma, no se debe olvidar que ha sido una zona de conflictos sociales, económicos y políticos del país, por lo tanto organizaciones alternativas como Asproas es un ejercicio para defender la cultura, identidad de la zona, donde los campesinos y campesinas tengan un territorio digno para vivir.