La jornada fue a su vez fructífera, porque gran parte de la participación fue un diálogo abierto con las comunidades, el compromiso con el proyecto de la Vainilla es firme y se ve en la descripción de sus experiencias en el plan de aprovechamiento de los frutos de las áreas silvestres y de las que se están produciendo en los cultivos, además de cómo están transformando la vainilla en productos para uso y consumo a un costo accesible como parte de la economía local. Las comunidades también tienen una fuerte campaña de cualificación en técnicas de manejo de las cosechas para evitar afectar el potencial productivo que tienen especies silvestres. Los(as) productores(as) de vainilla también han iniciado la creación de casas de semillas colectivas para abastecer la demanda y fortalecer los procesos colectivos en distintas zonas de Bahía Solano.
En el cierre del foro, todas las presentes coincidieron en que la vainilla es una planta generosa que no puede estar aislada, por ello se insistió en la protección de la selva y las especies de flora y fauna que habitan los bosques.
Cabe mencionar que entre las amenazas latentes están la extracción de material vegetal de manera informal y la existencia de la vainilla sintética, mucho más barata. Es por esto que entre los objetivos que poco a poco se han ido cumpliendo, se están diseñando modelos de aprovechamiento sostenible de la vainilla, que, a su vez, protejan los ecosistemas. El cultivo de vainilla es muy importante para el Chocó, y aunque tiene un gran potencial económico, esto no implica destruir la selva para sembrar, sino por el contrario protegerla, este es un beneficio en doble vía tanto para los pueblos afros e indígenas, como para ecosistemas estratégicos de la selva chocoana.
SWISSAID a través del proyecto “Vainilla, Aroma, Chocó” está mejorando la calidad de vida y los ingresos de familias afrodescendientes e indígenas a partir del cultivo de vainilla, contribuye a una economía inclusiva y a la gobernanza territorial y ambiental en territorios étnicos, y aporta al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 1, 12, 13 y 15: fin de la pobreza, producción y consumo responsables, acción por el clima y cuidado de la vida de ecosistemas terrestres.